La Caída (Der Untergang, 2004), dirigido por Oliver Hirschbiegel, que ha polarizado opiniones no sólo entre el público y la crítica germanos sino también en el resto de Europa, que aún hoy a seis décadas de distancia continúan resintiendo el tema con el dolor de una herida sin cicatrizar.
Es cierto. No era una blanca paloma. El horror del Holocausto es tan doloroso que debemos aprender a respetar ese dolor para no repetirlo. Pero la revisión histórica implica revisitar episodios del pasado – y a sus protagonistas–, lo cual no siempre coincide con los demonios creados por la historia oficial, esa que elaboran los vencedores. Así, descubrimos que la historia la construyen seres humanos con todas las debilidades y desaciertos propios de la naturaleza humana. Hitler no era la excepción.
En todo caso, la revisión histórica no es un pretexto para vanagloriar a aquellos que han obrado con desprecio total por la humanidad. Pasa lo mismo con La Caída, que desarrolla su anécdota siguiendo los pormenores de los últimos días de Hitler (Bruno Ganz) en el bunker en el que se refugió durante la jornada final del bombardeo a Berlín –y de su vida–, en compañía de Eva Braun (Juliane Köhler), Joseph Goebbels (Ulrich Matthes) y un pequeño grupo de allegados y empleados, entre los que se encontraba la joven secretaria Traudl Junge (Alexandra María Lara).
La presencia de Junge es importante en el filme, ya que buena parte de la trama toma como base sus memorias, gozosas incluso –cuando es contratada por un entonces altivo Hitler en 1942–, pero sobre todo recuerdos de la cotidianeidad de su trato no tanto con el poder del Führer sino con la presencia de un jefe condescendiente. Esa es la visión que predomina en la película, el retrato de un hombre común. Cabe mencionar que las memorias de Junge dieron pie al documental Im Toten Winkel: Hitlers Sekretärin (2002), bajo la dirección de André Heller y Othmar Schmiderer.
Pero La Caída no sólo toma como base los recuerdos de Fräulein Junge, quien por cierto aparece al término de la cinta –a los 81 años, poco antes de morir en el 2002– con una breve alocución que nos da a entender que pasados los años recapacitó respecto a Hitler y su obra destructiva. El argumento retoma valiosos elementos del libro Dentro del bunker de Hitler, escrito por el historiador Joachim C. Fest, cuya investigación equilibra la visión emocional de Junge, al aportar mayor precisión histórica al entorno.
Aunque la figura del polémico personaje ha tenido aproximaciones en la pantalla, cabe destacar que la más certera ha sido la emprendida por Christian Duguay a través de la miniserie televisiva Hitler (Hitler: The Rise of Evil, 2003), con Robert Carlyle en el rol protagónico. En cuanto al periodo específico que explora La Caída, recordamos la buena factura del telefilme The Bunker (1981), con la pulida interpretación deAnthony Hopkins como Hitler, bajo la dirección de George Schaefer, y en contraste también rememorando aquel periodo, un filme de menor envergadura dramática: Hitler: The Last Ten Days (1973), con Alec Guinness como el Führer, realización de Ennio de Concinni cuya mayor flaqueza es el retrato de Hitler, casi queriendo minimizarle al transitar por la siempre frágil línea que divide la realidad de la parodia, en naïve enfoque.
La Caída, en cambio, pretende un recorrido puntual, prescindiendo de prejuicios, pero al compaginar las visiones de Junge y Fest surge un paradójico híbrido cuya intención de presentar una revisión lo más cercana a la realidad resulta en una percepción ambigua, cuyo ejemplo mayor es el momento de la muerte de Hitler y Goebbels, ya que si bien Hirschbiegel no duda en mostrar la crudeza de la infamia generada por el nazismo, la muerte de los seis hijos de Goebbels a manos de su madre (Corinna Harfouch), e incluso la patética condición de un Hitler enfermo física y mentalmente, el director se acobarda al momento del suicidio de ambos, alejando la atención de la cámara o disfrazando de recurso estético estos hechos incontrovertibles, en aparente respeto a la muerte del par de personajes, lo cual no se le ha tomado a bien.
La Caída. Título original: Der Untergang. Dirección: Oliver Hirschbiegel. Guión: Bernd Eichinger. Fotografía: Rainer Klausmann. Música: Stephan Zacharias. Actúan: Bruno Ganz, Alexandra María Lara, Corinna Harfouch, Ulrich Matthes, Juliane Köhler, Heino Ferch, entre otros. Duración: 156 minutos. Alemania / Italia / Austria, 2004
Bruno Ganz, personifica al lider del III Reich Adolf Hitler (1889 - 1945). A mi entender, una de las mejores personificiaciones del FuhrerGeneraloberst Alfred Jodl (1890 - 1946) es caracterizado por el actor aleman Christian Redl
SS-Obersturmbannführer Erich Kempka (1910 - 1975) , llevado a la pantalla por Jürgen Tonkel.
La esposa de Hitler,Eva Braun (1912 - 1945), personificada por Juliane Khler
Una de las secretarias de Hitler, Gerda Christian (1913 - 1997), por Birgit Minichmayr.
La familia Goebbels. No pude encontrar todos los nombres, pero es sabido el tragico destino de los pequeños niños.
La piloto preferida del Fuhrer, Hanna Reitsch (1912 - 1979) interpretada por la actriz Anna Thalbach.
Rolf Kanies en el papel del General der Infanterie Hans Krebs (1889 - 1945).
Uno de los parecidos mas imponentes de la pelicula: Reichsführer Heinrich Himmler (1900 - 1945) y el actor Ulrich Noethen.
Obersturmbannführer Heinz Linge (1913 - 1980) es interpretado por Thomas Limpinsel.
General der Artillerie Helmuth Weidling (1891 - 1955) personificado por Michael Mendl.
El renomabrado actor aleman Thomas Kretschmann en el papel del Obergruppenführer Hermann Fegelein (1906 - 1945)
Mathias Gnädinger en el rol del Reichsmarschall Hermann Goring (1893 - 1946).
Ulrich Matthes personifica al Ministro de Propaganda del III Reich, Joseph Goebbels (1897 - 1945).
Obersturmbannführer Ludwig Stumpfegger (1910 - 1945), personificado pro Thorsten Krohn
Magda Goebbels (1901- 1945) es interpretada por Corinna Harfouch.
Thomas Thieme en el rol de Martin Bormann (1900 - 1945)
Sturmbannführer Otto Gunsche (1917 - 2003), llevado a la pantalla por el actor Gotz Otto.
Generalfeldmarschall Robert Ritter Von Greim (1892 - 1945), personificado por Dietrich Hollinderbumer
El ultimo ocupante del Bunker que aun permanece con vida en la actualidad, Oberscharführer Rochus Misch (1917), personificado por Heinrich Schmeider.
SS Reichsarzt Ernst Robert Grawitz (1899 - 1945), personificado por Christian Hoenin
La secretaria personal de Hitler, Traudl Junge (1920 - 2002), rol interpretado por Alexandra Maria Lara.
El diplomatico Walter Hewel (1904 - 1945), llevado a la gran pantalla por Gerald Alexander Held
Justus Von Dohnanyi en el papel del General der Infanterie Wilhelm Burgdoft (1895 - 1945)
Generalfeldmarschall Wilhelm Keitel (1882 - 1945), personificado por el actor Dieter Mann
SS-Brigadeführer Wilhelm Mohnke (1911 - 2001). André Hennicke es quien los interpreta en la pelicula.
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