domingo, 15 de mayo de 2011

SALO A LOS 120 DIAS DE SODOMA

















Salò o le 120 giornate di Sodoma (Saló o los 120 días de Sodoma) es una película de 1975 del poeta, ensayista, escritor y director de cine italiano Pier Paolo Pasolini, basada en el libro Los 120 días de Sodoma del Marqués de Sade.Pasolini pasó parte de su juventud en la República de Saló. Durante este tiempo fue testigo de muchas crueldades por parte del ejército italiano. Muchos de sus recuerdos de la experiencia condujeron a la conceptualización de Saló. También proclamó que la película era altamente simbólica y metafórica; por ejemplo, la escena en que se comen heces sería una acusación a los alimentos producidos en masa, a los cuales él llamaba «basura inútil,Saló (como la película es comúnmente abreviada) se desarrolla en la República de Saló, en 1944-45, en el norte de Italia, durante la ocupación nazifascista. La película está dividida en cuatro segmentos que aproximadamente hacen paralelo con el Infierno de Dante: Anteinfierno, Círculo de las manías, Círculo de la mierda y Círculo de la sangre.
Cuatro hombres poderosos, llamados el Presidente, el Duque, el Obispo y el Magistrado, acuerdan casar a las hijas de cada cual en un ritual libertino. Con la ayuda de varios colaboradores, secuestran a dieciocho jóvenes (nueve hombres y nueve mujeres) y los conducen a un palacio cerca de Marzabotto. Con ellos están cuatro ex-prostitutas, también colaboradoras, cuya función será la de contar historias que exciten a los hombres poderosos, quienes entonces explotarán sexual y sádicamente a sus víctimas.
La película presenta 3 de los 120 días transcurridos en el palacio, tiempo durante el cual los cuatro hombres poderosos van concibiendo cada vez más aberrantes torturas y humillaciones para su propio placer. Se divide en cuatro partes; en la primera, el denominado Anteinfierno, sección mas corta de la película, se muestran las capturas de los jóvenes y un discurso por parte del Duque a las víctimas. Luego pasa al Círculo de las Manías, liderado por la Señora Vaccari, una de las prostitutas. En este se cuentan historias tomadas de la primera parte de la novela de De Sade, ninguna de las cuales incluye la penetración. Destaca una escena en que las víctimas aparecen desnudas, usando solo correas de perro, siendo obligadas a comer carne del piso. Luego, se le da a una de las hijas un panecillo lleno de clavos.
Comienza el Círculo de la Mierda cuando varios personajes discuten haber asesinado a sus madres y el hecho de que no se le debe nada a la madre simplemente por haber fornicado con un hombre, un tema típico de Sade. Una de las víctimas es escuchada llorando, entristecida porque su madre fue asesinada cuando la capturaron, y es forzada a comer las heces del Duque. Esto incita a la Sra. Maggi, prostituta de turno, a contar las historias de retrete, que encantan a los señores. A los jóvenes se les prohíbe "descargar" todo un día, para que al final, sus heces sean servidas en un gran banquete. La coprofagia usada en el film es aparentemente una metáfora para los alimentados producidos en masa. Como curiosidad, las heces fueron creadas con salsa de chocolate y mermelada de naranjas. Además se hace un concurso de los mejores traseros, el ganador supuestamente moriría en el acto y al "ganador", Franco, se le asusta con una pistola descargada. Este final al Círculo de la Mierda anuncia los horrores del siguiente segmento.
En el último círculo, el de la Círculo de la Sangre, donde las historias de las prostitutas son mínimas y contadas por la Señora Castelli, se celebra una boda gay entre algunos soldados y solo tres de los cuatro señores, puesto que el Obispo los está casando. Un soldado seduce a este último y tienen sexo. Luego, el Obispo se marcha a inspeccionar a las víctimas en sus cuartos, donde cada una traiciona a otra: se descubre un romance lésbico, una fotografía escondida, y finalmente, una intriga entre un colaborador y la sirvienta negra, ambos son asesinados. Más tarde, las víctimas que decidieron no colaborar con sus agresores, y las hijas de los agresores son asesinadas de varias espantosas maneras: violadas antes de ser asesinadas, desolladas, ahorcadas, marcadas, con penes y pezones quemados y con lenguas y ojos extirpados. Los que si colaboraron, con la condición de que continúen colaborando, serán conducidos con ellos a Saló. La última escena de la película retrata la indiferencia, desensibilización a la violencia, y conformismo de las masas: dos colaboradores, que acababan de presenciar y participar en la masacre, aburridos, se ponen a bailar un vals juntos.

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