lunes, 16 de mayo de 2011

EL VIEJO FUSIL












Mountanban, Francia, verano de 1944. El doctor Julien Dandeu (Philippe Noiret), es un pacífico médico cirujano que colabora discretamente con la resistencia, atendiendo a sus heridos en el hospital donde trabaja. Cuando Julien, debido a sus actividades, recibe amenazas del jefe de la milicia fascista local, y ante la llegada de tropas alemanas a la ciudad, decide enviar a su esposa Clara (Romy Schneider) y su hija Florence (Catherine Delaporte), al pequeño pueblo de La Barberie, donde su familia posee un castillo. Una semana después, cuando el doctor Dandeu acude alli para reunirse con su familia, descubre que los habitantes del pueblo, incluidos su mujer y su hija, han sido brutalmente masacrados por un destacamento de soldados alemanes de la SS. A partir de ese momento, Julien, con la única ayuda de un viejo fusil de caza que había pertenecido a su padre, decide cobrarse venganza contra los soldados alemanes que aun permanecen en el castillo. Después de visionar “El viejo fusil” me vinieron a la cabeza dos preguntas. La primera cuestión que se me planteó fue ¿habrá visto Tarantino esta pelicula?. Porque verdad es que sorprende ver una película de los años 70 que recuerda en muchos aspectos el estilo posmoderno del director norteamericano. La segunda pregunta que me hice es ¿cómo puede ser que una película tan rompedora en tantos sentidos haya quedado tan injustamente olvidada?. Porque lo cierto es que El viejo fusil parece un film adelantado a su tiempo en más de un aspecto. En primer lugar sería destacable el tratamiento tan directo que se hace de la violencia. Esta es una violencia explícita, filmada sin ambages y sin pizca de efectismo, pero de un realismo estremecedor, especialmente en las dos secuencias más duras, las que muestran el asesinato a sangre fría de la mujer y la hija del protagonista, y en segundo lugar, cuando este mata con sus propias manos al soldado alemán que intenta apresarlo. Pero lo que más me llamó la atención es que en ningún caso se trata de una violencia gratuita, sino que son secuencias que están perfectamente justificadas e imbricadas en la trama. Una trama que, por otra parte, avanza con una impecable precisión, arrancando de una forma bastante apacible al principio, para luego ir subiendo gradualmente de intensidad, en un claro ejercicio de crescendo narrativo, que alcanza su climax en la parte final, en la que Julien ejecuta su venganza. Ese tercio final del metraje contiene lo mejor del film, incluyendo el brillante desenlace del mismo. Además la película se beneficia de la sólida interpretación de su duo protagonista, Philippe Noiret, muy metido en su papel de pacífico médico convertido en implacable vengador por fuerza de las circunstancias, y Romy Schneider, la musa del cine europeo de los 70, como esposa del mismo. Por buscarle algún punto débil quizás podría mencionarse que en la primera mitad del metraje se intercalan demasiados flashbacks poco espaciados, y que algunos de estos saltos hacia atrás no presentan demasiado interés. Pero en general, sirven bastante bien para mostrar primero la desolación, y luego la rabia vengadora del protagonista contra los asesinos de su familia. La verdad es que no me explico que una película de tan buena factura e interpretaciones haya quedado tan en el olvido (de hecho, por la red no se encuentran versiones dobladas al castellano). Porque lo cierto es que, a mi modesto entender, El viejo fusil es una película no solo buena, sino muy recomendable. Un título que seguramente sorprenderá positivamente a quien no haya tenido ocasión de verla.

Durante la Segunda Guerra Mundial, en la Francia ocupada por las tropas alemanas, Philippe Noiret es un viejo doctor francés que pierde a su mujer y a su hija a manos de los nazis, jurando vengarse de todo alemán responsable de su desgracia
DIRECTOR Robert Enrico
GUIÓN Robert Enrico, Pascal Jardin, Claude Veillot
MÚSICA François de Roubaix
FOTOGRAFÍA Etienne Becker
REPARTO Philippe Noiret, Romy Schneider, Jean Bouise, Madeleine Ozeray, Karl Michael, Daniel Breton
PRODUCTORA Les Productions Artistes Associés / Mercure Productions / TIT Filmproduktion GmbH
PREMIOS 1975: 3 Premios Cesar: Mejor película, actor (Philippe Noiret) y banda sonora
GÉNERO Drama | II Guerra Mundial

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