lunes, 18 de julio de 2011

El pájaro pintado







La angustiosa imagen fue utilizada por Jerzy Kosinski para su novela «El pájaro pintado». He vuelto varias veces a este libro y siempre me causa una especial desazón. Un niño –seguramente judío – es dejado por sus padres al cuidado de unos extraños para que sobreviva en la Polonia del Holocausto. La criatura, sin embargo, a pesar de ser tan humano como cualquier otro niño, es, en realidad, un pájaro pintado. Pocas imágenes habrían convenido más al genocidio que la de ese animal que es igual y, sin embargo, sólo recibe golpes de sus congéneres que buscan arrancarle la vida con cierto grado de diversión. La «intelliguentsia» rusa, a la que exterminaron los bolcheviques sólo podía ser acusada de una ingenuidad deplorable en su misma nobleza de espíritu, pero fue fusilada y enviada al Gulag por millones.
Los judíos de Europa durante el Holocausto eran pobres inquilinos de «ghettos» en una Polonia profundamente antisemita o miembros de una élite intelectual en Austria o Alemania. Dio lo mismo. La gente de la que habían surgido Kafka, Freud, Mahler o Roth fueron enviados a las cámaras de gas. Eran iguales, pero ya los habían pintado con los tonos sucios del antisemitismo y sólo podían esperar picotazos de sus contemporáneos hasta su muerte. Pocas veces una imagen habrá resultado tan acertada y tan oportuna para recordarla en los días que corren.

No hay comentarios:

Publicar un comentario