domingo, 17 de julio de 2011

Hans Keilson

El novelista, poeta y psicoanalista Hans Keilson, judío alemán emigrado a Holanda durante el régimen de Hitler, suele escribir sobre los diversos traumas que marcaran Europa tras la Segunda Guerra Mundial. Esta vez, Keilson cuenta la historia de unos alces que terminaron muriendo sin que nadie supiera la causa: era porque faltaban los lobos. Los alces necesitaban el miedo para seguir vivos.

Estamos frente a una narración magistral acerca del Holocausto, pero narrado de forma conciliadora. Así, el autor de esta estupenda novela acude en ayuda de aquellas víctimas de esta masacre, que sólo pueden ver dolor y miedo.

Keilson se basa en sus propias vivencias de la guerra, cuando no era capaz de comprender las causas del desmedido odio que dominó Europa, hasta el punto de ver que incluso los niños le daban la espalda por ser diferente.

La muerte del adversario fue escrita en la clandestinidad y permaneció oculta durante muchos años, y finalmente, tras su publicación en el año 2010 se convirtió en un fenómeno de masas, llevando a su casi centenario autor a ser elogiado por la crítica.

Al acercarse a la obra de Keilson, el lector podrá tomar conciencia de que el autor sólo busca comprender el estado que lo rodea; su obra es un devaneo sobre la amistad, el amor, la política y conforma un interesante tratado de psicología de la perdida sociedad alemana de entreguerras, un historia de reflexiones acerca de la condición humana, sin odio ni resentimiento.

Podemos considerar que en esta novela, el hilo conductor lo constituye el respeto y la relación amor-odio que une a Kielsen con su adversario. Citando al autor –quien ha sido catalogado por la escritora Francine Prose como uno de los mejores del mundo- “la amargura de la enemistad me proporcionó la dulzura del conocimiento”

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