domingo, 3 de julio de 2011

ZYKLON B




































El pesticida fue utilizado como arma química por los alemanes en las cámaras de gas de los campos de exterminio de Auschwitz-Birkenau y Majdanek. El Zyklon B se usó inicialmente para controlar los brotes de tifus. En enero o febrero de 1940, se utilizó sobre 250 niños gitanos de Brno en el campo de concentración de Buchenwald para probar el efecto del gas. En septiembre de 1941 se realizaron experimentos con Zyklon B en Auschwitz I. El 3 de septiembre de ese año, 600 prisioneros de guerra soviéticos fueron gaseados con Zyklon B, siendo ésta la primera experimentación con el gas en el campo de Auschwitz.

El Zyklon B lo suministraban las compañías alemanas Degesch (Deutsche Gesellschaft für Schädlingsbekämpfung mbH, Corporación Alemana para el Control de Plagas) y Testa (Tesch und Stabenow, Internationale Gesellschaft für Schädlingsbekämpfung m.b.H), bajo licencia del dueño de la patente, la empresa IG Farben. Testa proporcionaba 2000 kg al mes, y Degesch 750 kg

Los nazis pidieron a Degesch que produjese Zyklon B, sin el odorante de advertencia, pero éstos se negaron ya que significaría perder la licencia industrial.

Después de la guerra, una corte militar británica juzgó y ejecutó a dos directores de Testa por suministrar el producto químico. Irónicamente, el Zyklon B fue desarrollado en la década de 1920 por Fritz Haber, un judío alemán que fue forzado a emigrar en 1934.

El uso de la palabra Zyklon (ciclón, en idioma alemán) continúa incitando reacciones airadas de los grupos judíos. En 2002, las empresas Bosch Siemens Hausgeräte y Umbro fueron forzadas a renunciar a sus tentativas de utilizar o registrar la marca para sus productos. También se usó Zyklon A como plaguicida, con cianoformiato de metilo como agente activo. Su fabricación fue prohibida bajo el Tratado de Versalles, pues podría ser un precursor en la producción de armas químicas.

Los negacionistas del Holocausto afirman que no se usó Zyklon B en las cámaras de gas, según lo evidenciado por la carencia de residuo de azul de Prusia en los compartimentos. En 1994, el Instituto de Investigación Forense en Cracovia examinó esta alegación, teniendo en cuenta que la formación de azul de Prusia por la exposición al cianuro de ladrillos no es una reacción altamente probable.[2] Utilizando técnicas de microdifusión se probaron 22 muestras de las cámaras de gas, cámaras de desinfección (como controles positivos) y vivienda (como controles negativos). Se encontraron residuos de cianuro tanto en las cámaras de desinfección como en las ruinas de las cámaras de gas pero ninguno en las ruinas de la vivienda
El Zyklon B se vertía en las tuberías desde el tejado, una vez que las víctimas quedaban encerradas. El Zyklon B reaccionaba con la humedad ambiente interna proporcionada por las personas. Los efectos producidos por el gas en las personas son similares a la hipoxia o falta de oxígeno. Las víctimas comenzaban sintiendo una sensación de asfixia. Posteriormente perdían el control de los esfínteres por la anoxia. Luego sobrevenía la inconsciencia, la muerte cerebral, el coma y la muerte, entre 20 y 25 minutos después de ingresadas las dosis de veneno. En las memorias de Nyiszli Miklos, uno de los escasos supervivientes del sonderkommando de Auschwitz y médico patólogo de profesión, puede leerse que el sonderkommando encontraba en la cámara de gas los cadáveres en capas. Debajo los más débiles (ancianos, niños), en el medio las mujeres y encima los más jóvenes y fuertes

 El Zyklon B era un tóxico altamente eficaz. En condiciones ideales tan sólo se requería apenas 4 gramos por persona para causar la muerte, esto significaba que 1 tonelada de este producto tenía el potencial para dar muerte a 250.000 personas.[4] Las producciones de este compuesto con licencia Degesch no están del todo documentadas pero por dar un ejemplo, en 1944 se usaron en Oranienburg 2175 kg y 1175 kg en Auschwitz suministradas por Degesch mediante el médico de las SS Kurt Gerstein. Esta cantidad, en total unos 3790 kg, representa el exterminio de casi 1 millón de personas

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