EE.UU., 2005, 60 minutos
Dirigida por Norman Meyer y Harvey Sherzer
A raíz de la Segunda Guerra Mundial, las matronas cristianas en Kupiskis , un pequeño shtetl de Lituania que se llamaba Kupishok por su Judios, compiló una lista de los Judios de la ciudad que fueron asesinados por los nazis alemanes y sus cómplices de Lituania en el verano de 1941 . Todos los hombres judíos, mujeres y niños en la ciudad fueron confinados en un gueto improvisados y luego marcharon a un cementerio reservado para los ateos, donde fueron fusilados y enterrados en fosas sin marcar. Lista de las parteras de más de 800 nombres preciosos fue una Mitzvá en secreto hasta que los soviéticos se fueron de Lituania en la década de 1990 y un pequeño número de supervivientes y descendientes de los Judios de la ciudad fueron autorizados a visitar la ciudad.
El 13 de julio de 2004, más de 50 sobrevivientes y descendientes de los Judios de Kupishok, de 9 a 86, que ahora vive en los Estados Unidos, Israel, Reino Unido, Dinamarca, Sudáfrica y Australia, regresó a la ciudad para dedicar un magnífico Muro de la Memoria, diseñada y construida en Washington, DC A diferencia de la mayoría de los memoriales del Holocausto otras en Europa, el Muro de la Memoria no se encuentra en un campo de batalla o en el cementerio: se encuentra en el centro de la ciudad, donde los ciudadanos comunes, en particular los niños, ver sus vitales e inolvidable mensaje, retratado en lituano, hebreo y en Inglés.
Esta es la historia de lo que los descendientes y los sobrevivientes volvieron a encontrar, y cómo la actual administración y los residentes de la ciudad reaccionó. Para la mayoría de los descendientes se trataba de un viaje de auto-descubrimiento. Para todos, Judios y no Judios, los eventos en Kupishok ofreció un rayo de esperanza, tal vez incluso de la redención, en un momento en la llamada "nueva" antisemitismo se extiende por toda Europa.
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