viernes, 9 de diciembre de 2011

EL INFIERNO NAZI EN LOS CAMPOS DE CONCENTRACION



(Viñeta de la historieta Mi tío, que estuvo en el infierno, con guión de Jose Luis García Almoraza y dibujo de Ricardo Olivera Almozara, Fritz, en el libro Nuestra Guerra Civil, 2006, Ariadna Editorial)
La historieta escrita por José Luís García Almozara, primo del dibujante Fritz (Ricardo Olivera Almozara) nos acerca a la intranquilidad de una familia que espera noticias de uno de sus seres queridos, cuyo paradero no fue conocido hasta que no pasaron más de veinte años después de su desaparición. Mi tío, que estuvo en el infierno nos presenta al padre del guionista y tío del dibujante, que tras combatir en la guerra civil con la División 43 (defensora de la II República española), fue herido y dada la superioridad del ejército nacional, tuvo que exiliarse en Francia, donde fue recluido en el campo de prisioneros de Argéles-Sur-Mer. Allí, José Luís Almozara coincidió con su hermano Rosendo que intentó animarle a volver a España, cosa que Pepe no hizo por el temor a las represalias por haber combatido a favor de la II República. En las viñetas de esta historieta que he seleccionado, vemos cómo las mujeres sufren las amenazas de los poderosos debido a la afiliación política de sus seres queridos, cuya ideología podía estar o no en consonancia con la de las mujeres que, en silencio, habían de sufrir en sus cuerpos las consecuencias de ser madres, hermanas o hijas de los opositores.





(Viñeta de la historieta Mi tío, que estuvo en el infierno, con guión de Jose Luis García Almoraza y dibujo de Ricardo Olivera Almozara, Fritz, en el libro Nuestra Guerra Civil, 2006, Ariadna Editorial)


La historieta continúa con el traslado en condiciones infrahumanas del protagonista al campo de concentración de Mauthausen. Según el texto de Ángel del Río que precede la historieta, los prisioneros republicanos fueron declarados “rotspaniers” (rojos españoles) y fueron deportados al campo de exterminio de Mauthausen, ubicado en Austria. Entonces, el gobierno de Franco negó la condición de españoles a los republicanos e impidió toda posibilidad de repatriación. Mauthausen era un campo de no retorno cuya función era exterminar a los opositores del régimen nazi mediante la muerte en la cámara de gas, inyecciones letales y aplicación sistemática de prácticas de tortura y trabajos forzados que terminaban con la salud y los cuerpos de los presos. La vida en el campo de concentración se reducía a supervivencia en condiciones extremas de hacinamiento, hambre, enfermedad, humillación, tortura y degradación, pero Ángel del Río nos recuerda que la unión de los republicanos antifascistas consiguió crear lazos de solidaridad y resistencia que posibilitaron la supervivencia de los que han vivido para contarlo. José Luís Almozara fue trasladado primero al campo de concentración de Gusen donde murieron otros 200.000 reclusos de diferentes nacionalidades y después, al Castillo de Hartheim, “el célebre centro de eliminación sistemática de discapacitados físicos e intelectuales indignos de vivir, el castillo del horror donde utilizaron a personas para sádicos e inhumanos experimentos médicos”.Los trazos claros con que Frtiz narra la experiencia perdida de su tío, en ese fondo oscuro de horror y olvido, iluminan la memoria de la vida de Pepe, que como tantos otros republicanos, murieron por sus ideales políticos, historias que nos conmueven y nos hacen conscientes de la inconmensurable barbarie nazi.

Es muy difícil de entender el mal que subyace en todo intento de opresión y subyugación del otro, de su diferencia y su alteridad. Resulta muy difícil entender el antisemitismo, el racismo y el sexismo que han sostenido los totalitarismos, quizás porque son irracionalmente oscuros y están cargados de un odio tan humano como inhumano. O quizás sea más sencillo y menos apasionado, y como piensa Hannah Arendt, la banalización del mal es consecuencia de la incapacidad de pensar desde otro punto de vista, de la incapacidad de tener en cuenta al otro y permanecer en un discurso único. El feminismo señala el patriarcado como origen del dominio del hombre blanco heterosexual sobre las mujeres y las personas de otras razas para mantener su superioridad, además de la dominación del pensamiento único, y relacionan el patriarcado con el racismo, el sexismo y el nazismo. Aún así, me parece que la noción del sistema de poder del patriarcado no acaba de explicar la cuestión del mal que asienta sus raíces en la violencia sexista y racista. En la actualidad vemos que las ansias de poder a costa de la vida humana no son fenómeno exclusivamente propio de los totalitarismos fascistas, recordemos la reciente masacre de Palestina por el Estado de Israel, o la guerra de Irak y tantas otras políticas económicas y sociales que comprenden violencias de baja intensidad y cuyo efecto opresor en nuestras vidas no sería identificable si no aprendemos a identificar los agentes de opresión y nuestros posibles mecanismos de acción y resistencia.

3 comentarios:

  1. José Luis García Almozara26 de octubre de 2012, 17:02

    Hola, Gracias por publicar esta larga reseña del cómic de mi primo en el que se dejó la iel y que a ambos nos sirvió como homenaje póstumo a nuestro tío y a su familia, la nuestra. Ya que en su ciudad natal nunca se le ha dado el reconocimiento que merece.
    Nada me hubiera llenado más de orgullo y satisfacción que haber sido el guionista de tan sentida historieta. Pero en honor a la verdad y al trabajo de Fritz, debo aclarar que él fue su guionista y dibujante todo el mérito es para él. Yo solo le proporcioné la investigación histórico que lo precedió, le aporté documentación para conocer y entender el contexto histórico, político y social y alguna pequeña sugerenciapara aportar al guión. Queda dicho aquí, espero que para la rectificación del dato, que ha sido erróneamente consignado en alguna otra página web o blog.

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  2. Hola, soy Fritz, el autor de "Mi tío...). En primer lugar quiero agradecer vuestro interés por este trabajo. A lo que dice José Luis, quiero añadir otra aclaración: el protagonista de esta historia no era su padre, si no el hermano mayor de nuestras respectivas madres. Ambos nacimos muchos años después de la desaparición de nuestro tío Pepe, pero su recuerdo siempre estuvo presente en nuestra familia.

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  3. gracias amigo la finalidad de esta pagina es rendir tributo a las victimas del genocidio nazi

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