miércoles, 7 de marzo de 2012

Aristides de Sousa Mendes




























Aristides de Sousa Mendes (* Cabanas de Viriato, municipio de Carregal do Sal, distrito de Viseu, 19 de julio de 1885 — Lisboa, 3 de abril de 1954) fue un diplomático portugués. Entre el 16 y el 23 de junio de 1940, frenéticamente expidió visados portugueses de forma gratuita a más de 30.000 refugiados, entre los cuales 12.000 eran judíos, que deseaban huir de Francia tras la invasión de la Alemania Nazi durante la Segunda Guerra Mundial y poder escapar del terror nazi. Aristides salvó a decenas de millares de personas del Holocausto por lo que fue reconocido en 1966 tras su muerte como Justo entre las Naciones por el Estado de Israel.1 Es considerado el "Oskar Schindler portugués" Aristides de Sousa Mendes do Amaral e Abranches pertenecía a una familia aristocrática, católica, conservadora y monárquica. Su padre era miembro del supremo tribunal. Después de licenciarse en Derecho por la Universidad de Coimbra, en el año 1907 Aristides se mudó a Lisboa, al igual que su hermano gemelo César, quien llegaría a ser ministro bajo el régimen de Salazar. En 1910 Aristides contrajo matrimonio con su amor de juventud, Angelina; con ella tendrá 14 hijos nacidos en los distintos países en los que Sousa Mendes estuvo destinado. Poco tiempo después comenzó su carrera diplomática desempeñando su labor en diversas delegaciones consulares portuguesas de Zanzíbar, Brasil o Estados Unidos de América. En 1929 fue nombrado Cónsul en Amberes, cargo que ocupó hasta 1938. Su empeño en la promoción de Portugal no pasó desapercibido. Leopoldo III de Bélgica le condecoró en dos ocasiones como oficial de la Orden de Leopoldo y comendador de la Orden de la Corona, la más alta condecoración belga. Tras pasar casi diez años de servicio en Bélgica, Salazar, presidente del Consejo y ministro de negócios estrangeiros (el equivalente a Asuntos Exteriores en España), nombró a Sousa Mendes cónsul en Burdeos, Francia.Al estallar la Segunda Guerra Mundial, Arístides se encontraba en Burdeos desarrollando su labor como cónsul. Las tropas de Hitler avanzaban rápidamente sobre Francia. Portugal se declaró país neutral. El propio dictador del país luso, António de Oliveira Salazar hace constar a través de la Circular 14 su negativa a entrar en el conflicto obligando a todos los cónsules portugueses a no conceder visados: a extranjeros de nacionalidad indefinida, contestada o en litigio; los apátridas; los judíos expulsados de su país de origen o del país del cual sean ciudadanos. Aristides de Sousa Mendes hizo caso omiso a las órdenes de su Gobierno y expidió visados de entrada para Portugal o Estados Unidos. El 16 de junio de 1940 Aristides decidió entregar un visado a todo aquel que se lo pidiera. Con la ayuda de sus hijos y sobrinos así como con la del rabino de Amberes, Jacob Kruger, se dedicó a expedir pasaportes, firmar visados ininterrumpidamente. Al recibir las quejas desde Lisboa dijo: Si hay que desobedecer, prefiero que sea a una orden de los hombres que a una orden de Dios. A pesar de que Salazar tomó medidas contra el cónsul rebelde, Sousa continuó su actividad en Bayona entre los días 20 y 23 de junio de 1940 en presencia del vice-cónsul y de dos funcionarios de Salazar que nada pudieron hacer para parar la concesión de visados. El 23 de junio Salazar le cesará de su cargo de cónsul pero Aristides, lejos de cejar en su empeño, continuó emitiendo visados a todos los que se encontraba de camino a Hendaya. Durante todo ese proceso recibió la colaboración del diplomático español Eduardo Propper de Callejón, también reconocido tras su muerte como Justo entre las Naciones, que proporcionó los visados para el paso por España. Salazar envió varios funcionarios a recoger a Aristides. Sin embargo, Sousa Mendes logra cruzar la frontera francesa junto con otros refugiados y llegar a España. Debido a los deficientes medios existentes para la comunicación los guardias de la aduana española no habían sido avisados por Madrid para cerrar la frontera y no tuvieron más remedio que dejar pasar a todos los refugiados que acompañaban al antiguo cónsul para continuar en dirección a Portugal.Al regresar a Portugal, Aristides de Sousa Mendes sufrió las represalias de Salazar. El dictador le obligó a abandonar su carrera diplomática, incluso le impidió que ejerciese la abogacía. Su licencia para conducir, que había sido emitida en el extranjero, fue requisada. Sobrevivió gracias a la caridad de la comunidad judía de Lisboa. Con su ayuda, dos de los once hijos de Aristides pudieron estudiar en Estados Unidos. Al término de la Segunda Guerra Mundial, Salazar se felicita por haber ayudado a muchos refugiados. En ningún momento, Sousa volvió a formar parte del cuerpo diplomático. Sin el reconocimiento público de su labor, Sousa Mendes pasó sus últimos años de vida sumido en la miseria después de vender sus pertenencias a la muerte de su esposa en 1948. Murió olvidado el 3 de abril de 1954 en el hospital de los franciscanos en Lisboa. Fue enterrado con una túnica franciscana.Otto de Habsburgo, hijo del último emperador de Austria-Hungría, escapó con su familia desde el exilio belga y se dirigió a Estados Unidos. Norbert Gingold, pianista. Charles Oulmont, escritor francés y profesor de la Universidad de la Sorbona. Tres ministros del gobierno belga escapados antes de la invasión a su país, los cuales, refugiados en la casa-palacio de Aristides en Portugal, formaron el "Gobierno belga en el exilio". (Documental del canal historia: Aristides de Sousa Mendes). Salvador Dali y Gala Eluard Dali. Marcel Dalio Integrantes de la familia Rothschild, una dinastía de financieros y banqueros internacionales de origen judeoalemán, fueron también visados por Aristides de Sousa Mendes.En 1966, en el Memorial de Yad Vashem, celebrado en Israel, se le reconoce como Justo entre las naciones. En 1987, la República de Portugal le condecora con la Orden de la Libertad y pide disculpas públicas a su familia. En 1994, el presidente portugués Mário Soares descubre el busto en homenaje a Aristides de Sousa Mendes, así como una placa conmemorativa en el lugar en el que estaba el consulado de Portugal en Burdeos en 1940. En 1995, la Asociación Sindical de Diplomáticos Portugueses (ASDP) crea un premio anual con su nombre. En 1998, la República Portuguesa le condecora con la Cruz de Mérito a título póstumo por sus acciones en Burdeos. En 2006 se propuso la reconstrucción de la casa del cónsul. En 2007, fue votado como uno de los 10 mayores portugueses, en el programa Os Grandes Portugueses, quedando en tercera posición.

1 comentario:

  1. me parece increible lo que hizo este hombre
    pero lo que mas admiro son sus rasgos y su poderosa mirada

    es increible su rostro

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