Dirigida por: Martin Hellberg
Escrito por: Jeanne y Stern Kurt
Música:Ernst Roters Aldea - un pueblo bávaro al final de la segunda guerra mundial. Heinz Weimann vuelve a casa del cautiverio soviético. El hecho de que su novia de la infancia de Kate ahora está casada, se le pasó. Ahora espera a vivir en paz y el orden en su campo pueda. El mundo parece estar en orden. Aquí viene el medio del bullicio alegre de una fiesta de pueblo, la disposición de las fuerzas de ocupación estadounidenses a abandonar el pueblo. El sitio se proporciona por razones estratégicas para construir un campo de aviación militar. El alcalde de Aldea del oso está horrorizada y quiere tratar de hacer esta decisión sea revocada. Él conduce a la ciudad para el Gobierno del Estado para exponer su caso - y se reúne con el rechazo. Además, el pastor de la aldea se ve a su obispo y pedir ayuda, pero la iglesia no va a interferir. Mientras tanto, los pobladores son conscientes de la amenaza. Desde luego, no quería abandonar sus hogares. Por ejemplo, los diseños de la ministra una petición a la Comisión de los EE.UU. de control. Cuando esto no funciona, el pueblo entero se manifestaron frente al edificio del gobierno. La protesta pacífica se divide por la policía con porras y cañones de agua. Los ciudadanos están molestos, y muchos, que conduce a la desesperación. Sólo el marido de Kate Fritz se adapta fácilmente Vollmer destino, empacó sus cosas y deja a su esposa y el hogar. Para él, todo el asunto, la lucha por el pueblo, el pueblo de oso de la defensa contra los norteamericanos, la propaganda comunista, de todos modos sólo que emana de Heinz Weimann. De hecho, Weimann es uno de los principales actores que han perdido su fe en el triunfo de la justicia y no hacer que la gente más valor. Debido a la resistencia a la violencia estatal, fue detenido en el curso de los acontecimientos y condenado a un año de prisión. Los osos se encuentran en la Weiler llegaron durante los policías militares estadounidenses que van a evacuar el pueblo. Pero los obreros y los campesinos no se dará por vencido. Una huelga en alianza con los pueblos vecinos, por fin trae el resultado deseado: a los estadounidenses desde el pueblo se salva
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