VIENTO DE PRIMAVERA Hubert Haddad
Un día de primavera, en la actualidad, Michaï, un viejo músico ambulante que escapó de los campos de concentración, pasa por delante de la estación de Bobigny (de donde salían los trenes que llevaron a los judíos y a los gitanos directamente al crematorio durante el régimen de Vichy). Un campamento de gitanos acaba de ser desalojado por los actos de conmemoración de la deportación. El anciano se encuentra con un niño gitano que está buscando a su familia
De regreso a los lugares de lo impensable, hubert haddad escribe estas cuatro historias reales con todo el peso de su
imaginario, verdaderas una y mil veces ayer en drancy o en cualquier otro lado, y hoy también como en filigrana en las miradas asustadas de los excluidos de este mundo en lenta pérdida de humanidad. un libro sobrecogedor escrito desde el fondo del alma.
La narrativa de Hubert Haddad, entre el relato y la poesía, siempre envuelta por el compromiso con el sufrimiento humano, vuelve a impactarnos en «Viento de primavera», un volumen de apenas 70 páginas que reúne cuatro historias. El nexo común, sus protagonistas, que cuentan en primera persona cómo sobrevivieron a los campos de concentracion, aunque su memoria siga presa de los recuerdos.Autor del aclamado libro «Palestina» (Premio Renaudot y el Premio de los Cinco Continentes de la Francofonía), publicado también en castellano por Demipage, Haddad en este nuev volumen retoma otras tres historias reales, como la de Miranda Levoci, uno de los 2.265 niños deportados y gaseados, entre el 14 y el 26 de agosto de 1942, en Auschwitz-Birkenau, y que es recordada a través de los ojos de otra niña, Adèle; o la historia de Gustav Eiderburg, hoy un coleccionista austriaco de trenes que un día, vestido de uniforme, salvó la vida a David Rosein.
Michaï, un violinista que se gana la vida tocando por las calles o en celebraciones, como el Yom Kipur, perdió a su familia en la operación «Viento de primvera», que consistió en la detención de miles de judíos en territorio francés —con la connivencia del gobierno de Vichy— para ser trasladados a los campos de exterminio. de Auschwitcz-Birkenau. Él, superviviente del Holocausto, se cruza en la estación de Bobigny con Nikolaï un niño gitano en constante huida que ve como su campamento ha sido desalojado para celebrar los actos de conmemoración de la deportación.
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